miércoles, 14 de junio de 2017

Noción de espacio para maternales

Cuando brindas al niño la oportunidad de experimentar la sensación; dentro – fuera le brindas nociones de espacio porque llevas su cuerpo a vivir distintas experiencias. Puedes iniciar la experiencia dentro de casa al pedir al niño que entre a su recamara, salga de su  recamara, entre al baño, salga del baño, entre a la cocina, salga de la cocina. Observa como la instrucción es “entra” pocas veces empleamos los términos dentro – fuera, hago este paréntesis porque es necesario que cuides el concepto, con ello no quiero decir que sustituyas la instrucción “entra” por “dentro” no, se trata de que independientemente de cómo te dirijas a él o ella lo importante es la sensación del desplazamiento. Y si deseas afinar la sensación de dentro - fuera solo emplea cajas grandes, muy grandes, medianas y pequeñas para colocarlas en tu jardín, el patio e incluso dentro de tu casa. Coloca las cajas aleatoriamente y bastara con dar al niño la siguiente instrucción;

-Vamos a jugar con cajas de la siguiente manera, al escuchar el sonido de esta campana significa que deberás colocarte dentro de la caja y al tocar las llaves significara fuera de la caja así que vamos a jugar haciendo rápido, muy rápido o lento muy lento.

Control del esquema corporal en preescolares

La atención y el control del esquema corporal  en niños y niñas es fundamental propiciarla a partir de los cuatro años. Solo requieres de una manta y un globo para jugar con tu pequeño de la siguiente manera: colóquense frente a frente, dale al niño dos extremos de la manta, toma los otros dos extremos y coloca un globo sobre esa manta y ahora se trata de balancear ese globo para que no caiga. El primer intento lo pueden hacer a un mismo nivel, para cuando el niño se haya familiarizado con el juego pueden hacerlo a otro nivel e incluso pueden emplear otro tipo de material como; periódico, mascadas, pelotas de distintos tamaños, etcétera. Jugar unos minutos con el niño con esta propuesta le ayudas a controlar todo su cuerpo y atender a esos pequeños detalles de la movilidad que se propicie con un globo u otro material.

Psicomotricidad fina para escolares

La psicomotricidad en los escolares se vuelve un tema fundamental a partir de los seis años sobre todo cuando de escribir se trata. Te compartiré algunas recomendaciones para cuidar que la escritura en niños y niñas vaya adquiriendo la habilidad necesaria. Para ello te comparto las siguientes recomendaciones;
Tomate unos minutos al día para llevar a niño a experimentar sus trazos en distintos materiales; hojas grandes, pequeñas, de colores, duras, blandas lo importante es familiarizarlos con distintos materiales para ubicar distintos espacios.
Acerca al niño recursos de distinto tipo para escribir, la finalidad es identificar que le acomoda bien entre sus dedos para ejecutar sus trazos para ello provéele de distintos lápices desde; crayolas, lápices de colores, plumones, lapiceros, plumas lo importante es que el niño tenga la experiencia de manejar distintos recursos pues a través de ello decidirá con que escribe mejor.
Por ultimo llévalo a ubicarse en el papel, es decir que el niño conozca el sentido de; arriba, abajo a un lado, al centro, etcétera solo da la instrucción, guiándolo donde escribir y después déjalo para que descubra, perciba y escriba en los espacios que desee. Para cuando llegue el momento de la formalidad de la escritura los niños ya sabrán desplazarse y ubicarse en un cuaderno escolar.



miércoles, 7 de junio de 2017

Saber disfrutar

Uno de los valores que me parece puede enriquecer la vida de todos, es la capacidad para saber disfrutar de los demás. ¿Cómo se enseña a los hijos a disfrutar de los padres, a los padres a disfrutar de los hijos, a los hermanos a disfrutar de las hermanas o las hermanas, de los hermanos? Un paso muy importante es aprender a estar a gusto consigo mismo. ¿Sabes cómo disfrutar de tu persona? ¿Te agrada tu propia compañía cuando estas solo?  Algunas personas se confunden en el sentido que creen que estar a  gusto con ellas mismas las hace antisociales, como quien dice, si disfrutas de ti mismo, no podrás disfrutar de los demás. A mí me parece todo lo contrario. Si no has aprendido a sentirte a gusto con tu propia compañía, será que te preocupas indebidamente pensando en lo negativa (o) que eres y tratando de encontrarte defectos. Así es probable que resultes negativo para otros.
El principio de la alegría del niño con su propia persona empieza cuando aprende a disfrutar de partes de su cuerpo, sus manos, tocar, la sensación de su piel, los colores y sonidos que lo rodean y especialmente el tono de su voz, aunado al placer de mirar a su alrededor.
Puede disfrutar lo que el produce, sus chapoteos, sus regueros y tiraderos. Ver que los adultos  disfrutan de su placer contribuye en mucho a que sienta que la persona también es para disfrutarla. El goce es cuestión de estética, relativamente hablando. Hacemos muy poco durante la crianza normal de los niños para ayudarlos a disfrutar de su persona. Veo tantas familias en donde la idea de criar a sus hijos y ser padres resulta una experiencia formidable y llena de arduo trabajo, histeria y zozobra.
No pienso que divertirse este reñido con ser competente. De hecho, no creo que uno pueda ser realmente competente si no disfruta al mismo tiempo de lo que está haciendo y sienta esa sensación de ligereza. Si todo lo que dice mamá o papá tiene que tomarse con el supuesto peso de la sabiduría y el poder, existe poca oportunidad para desarrollar el lado ameno de las cosas. Enfrentémoslo, el simple hecho que los adultos se conviertan en maridos y padres, esposas y madres no significa que deben convertirse en no personas. Solamente se han transformado  en gentes con nuevas tareas. La familia enseña a los jóvenes como querer. ¿Alguna vez te has puesto a pensar cual es la sensación de amar? Cuando yo la siento, se me aligera el cuerpo, me aumenta la energía y da seguridad, me regocijo y ensancho, estoy sin temor, confiada y segura. Tengo una mayor conciencia de mi propio valor. Existe en mí un profundo conocimiento de las necesidades y deseos de la persona a quien dirijo estos sentimientos. Mi impulso es buscar la forma de unir esas necesidades y anhelos con los míos. Trato de no lastimar ni de imponerme al que amo.
Basada en mi experiencia respecto a la idea de lo que es el amor, encuentro que es un elemento bien escaso en la mayoría de las familias. Oigo mucho acerca del dolor, frustración, desempeño y coraje que los miembros de la familia sienten entre sí. Se pasan tanto tiempo haciendo las cosas correctas y cumpliendo con sus tareas que no hay tiempo para querer y disfrutar.
Ahora demos un vistazo a la situación familiar desde el punto de vista del bebe.
Yo en un tiempo fui bebe pero no recuerdo lo que sentí, a excepción de algunas ráfagas de memoria, tal vez como Tú.
Voy a intentar ponerme en el lugar de un bebe llamado Tito:
“Siento que a veces me duele el cuerpo. Me molesta la espalda cuando me aprieta mi ropita y cuando estoy demasiado rato en la misma posición. Me avisa el estómago cuando tengo hambre y me duele cuando como demasiado. Si la luz me da directamente en los ojos, me lástima porque no puedo mover la cabeza y en los ratos que me ponen al sol, me quemo. Mi piel se acalora al estar envuelto y otras veces se enfría por falta de ropa. Hay momentos en que me arden los ojos y me aburro de tanto mirar el techo. Se me duerme el brazo cuando me acuestan sobre él demasiado tiempo. Siento que tengo mis nalguitas y entrepiernas irritados porque a veces me dejan con el pañal mojado mucho tiempo. Me dan cólicos cuando me estriño. Si estoy en una corriente de aire me da escalofrió.
A veces estoy tan quieto que mi cuerpo se siente seco e incómodo. Me duele cuando el agua del baño está demasiado fría o caliente. Muchas manos me tocan. Me duele que me aprieten. Siento que me manosean y apachurran. Algunas manos parecen tenazas. Todas las manos me empujan, me jalan, me sostienen, otras son fuertes y suaves.
No creo que mi mama sepa cuando sus manos y su voz me lastiman. Creo que si lo supiera trataría de cambiar. Parece tan distraída en ese momento. Cuando las manos de mi mama me lastiman demasiado seguido y su voz continuamente es desagradable empiezo a tenerle miedo. Al acercarse me pongo rígido y me echo para atrás. Entonces se enoja o se siente ofendida. Ella cree que no la quiero, pero en realidad es que le tengo miedo. Después oigo que mama y papa se pelean. Indudablemente es por mi causa. A lo mejor no debí de haber llorado. Otras veces es al revés. 
Virginia Satir.