miércoles, 18 de enero de 2017

Comunícate saludablemente con los niños

Parecerá increíble pero justo después los seis años la comunicación con niños en edad escolar (6 a 12 años) se torna tremendamente lógica, emocional, creativa y hasta aventurera. La relevancia de comunicarte con los niños de esta edad deberá será altamente inteligente y hasta sabia para no bloquear el intercambio de palabras y el deseo por comunicarse contigo. Quedo atrás el hecho de que niños y niñas te atiendan a todo, digan que sí o reaccionen de inmediato cuando pides algo. Si el niño aprendió a comunicarse contigo durante su primera infancia (0 a 5 años) estará listo para dar continuidad a ese intercambio de palabras. Después de los seis años niños y niñas entran en un franco despliegue de comunicación hacia todos los planos emocional, actitudinal y creativo a esta esta etapa se le ha caracterizado como la etapa de la rebeldía, aludiendo que el niño no hace caso pero no es así, no es que el niño no haga caso, el niño ha descubierto el sentido de libertad, como es comunicarse, como es ser autosuficiente… se está descubriendo. Así que justo ahora si tu deseo es comunicarte con tu hijo o hija pues lo recomendable es hacerlo inteligentemente es decir habla, pide o da instrucciones empleando tu lógica, tu capacidad de análisis pero jamás caigas en actitudes irritables o viscerales porque solo estropearas la comunicación. Comunica aquello que quieres, si de seguir instrucciones se trata. Y cuando desees hablar con los niños acerca de algo importante pues comunica con palabras viniendo desde tu sentir, desde tu corazón, vertiendo palabras coherentes, precisas y apuntando a la verdad, hablando sabiamente eso para ellos es de tremenda valía y jamás lo objetaran mucho menos lo olvidaran. Se sabía al hablar con un niño o una niña que jamás la ira te invada o la angustia te apresure a gritarles o sancionarlos porque solo cerraras canales de comunicación y cuando quieras hablar con ellos te evadirán porque sabrán que vas a gritar, pedir, sancionar o amenazar. Así que cultiva una comunicación sabia e inteligente con tus hijos, no pierdas tan valioso don que puede ser aprovechado por otro tipo de intensiones adultas.




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